Desde el inicio del poema XVII Pablo Neruda nos sumerge en un mar de recuerdos. Hay interrogantes, respuestas a medias, búsqueda. La persona amada de quien nos habla, se encuentra lejos, tanto que la siente ajena y revestida de misterio, al punto que parece desconocerla.
Un poema doloroso que hace presente a la soledad y al sufrimiento al máximo, resultado de la persona que se ha ido para siempre.
Escucha estas letras y enreda unas cuantas sombras.